El brasileño que acusa al congresista George Santos está prófugo acusado de torturar a un niño
Sobre Gustavo Trelha recae una orden de detención decretada por la Justicia brasileña desde febrero del año pasado.
El brasileño que acusa al congresista estadounidense George Santos de ser el jefe de una banda de clonación de tarjetas de crédito y débito está prófugo de la Justicia de Espírito Santo por presuntas torturas.
El nombre del exazafato de vuelo Gustavo Ribeiro Trelha saltó a la prensa estadounidense en las últimas semanas por haber denunciado al congresista republicano, hijo de brasileños y objeto de múltiples investigaciones en EE UU y Brasil.
Detenido en el acto de manipulación de un dispositivo de clonación de tarjetas en Seattle, en 2017, Trelha fue procesado y deportado a Brasil el mismo año. Cinco años después, en febrero de 2022, recaía sobre él una orden de detención tras ser denunciado por la supuesta tortura de un niño de 2 años, hijo de la novia con la que vivía.
El padre del ex auxiliar de vuelo, Dimorvan de Mello Trelha, cuenta a Folha que cree que su hijo huyó a Francia meses antes de que un funcionario judicial llamara a su puerta con una orden de arresto emitida por Polinter (Comisaría Interestatal del Espíritu Santo). Dimorvan declaró que no tenía conocimiento del delito.
En 2017, Trelha alquiló una habitación en el departamento de George Santos en Florida. Ese mismo año, el futuro diputado incluso viajó a Seattle para declarar a su favor ante un juez, en cuya ocasión, como ya se ha revelado, mintió sobre ser ejecutivo de Goldman Sachs. En aquel momento, Santos describió a Trelha, que se encontraba en prisión, como una amigo de la familia.
La web estadounidense Político obtuvo una grabación del testimonio de Santos durante la audiencia de fianza de Trelha, que se fijó en 250.000 dólares. El ex azafato no pudo pagar esta cantidad y, tras siete meses de detención, fue deportado.
El 12 de junio de 2019, un niño de 2 años fue ingresado en el área de emergencia del hospital Unimed en São Gonçalo (RJ). Según el abogado de la familia del menor, Felipi Martins, en declaraciones a Folha, el hospital no contaba con los recursos pediátricos para atender al niño, que presentaba contusiones y fracturas en tres puntos del cráneo, resultado de uno o varios golpes.
También según el abogado, el niño fue trasladado a la unidad de Unimed en Niterói para una cirugía de cráneo.
Martins estuvo a cargo de la investigación que derivó en la acusación de tortura y, posteriormente, las órdenes de detención de Trelha y la madre del niño. Por ser menor de edad, el proceso continúa bajo secreto de sumario.
Folha tuvo acceso a los archivos. Martins ha sido declarado ahora asistente de la acusación, función que consiste en auxiliar al Ministerio Público en acciones penales públicas. La primera audiencia en el juicio de Trelha y la madre del niño estaba marcada para el 24 de abril en el 2º Juzgado Penal de Vitória.
Según Martins, Trelha tiene un pasado violento. El abogado presentó el informe a una exnovia del acusado, quien no quiso revelar su identidad por temor al temperamento de Trelha. La mujer asegura que fue víctima de estafa y acoso cuando terminó la relación.
Folha ha intentado ponerse en contacto con el abogado de Trelha durante más de un mes. El miércoles (22), el periódico consiguió un número de teléfono del propio Trelha, registrado como de Holanda y proporcionado por personas cercanas. Como respuesta, una grabación informando que el número ha sido cancelado.
En una cuenta de Instagram, atribuida a Trelha por conocidos, aparecen imágenes de países europeos. Sin embargo, no es posible decir en qué país se encuentra en este momento. (FOLHA INTERNACIONAL)