Ciudad y medio ambiente: los contenedores de Fray Bentos
Un reclamo vecinal de estos tiempos, en Fray Bentos, es el estado de los contenedores de residuos de la ciudad y su higiene.
Aprovechemos para decir que la “contenerización” de residuos fue un paso adelante en la ciudad. Anteriormente a los contenedores, el esquema de recolección se realizaba “a mano”, con empleados que recogían una bolsa plástica por la puerta de cada domicilio, para arrojarla a la caja del camión, corriendo a lo largo de 30 cuadras…
¿Quién no recuerda el camión naranja de la intendencia? ¿Quién no se ha quejado porque la basura no era recogida o porque, alguna vez, quedaba tirada en la calle?
Ese trabajo, además de insalubre para el personal era inseguro y, por supuesto, costoso. El esquema de recolección por medio de un contenedor por cuadra cambió el sistema y con ello también nuestras costumbres. Pero, así como todas las cosas en la vida pasan de moda (la ropa, los autos, etc.) los contenedores de residuos también van pasando de moda. ¿Por qué? Por qué hoy, el mundo, habla de otra necesidad que es la separación de residuos en origen y el contenedor no siempre permite cumplir con esa premisa.
Cada vecino arroja al contenedor, en su bolsita de residuos, un montón de materia que podría ser reprocesada. La separación de residuos en origen significa que, en cada hogar, pueda separarse aquella “basura” que pueda ser reciclable. En cada casa, en cada comercio o industria, más del 50 % de residuos podrían ser reprocesados (la materia orgánica, sobre todo) y con ello reducir el volumen físico de recolección para la Intendencia, pero, por sobre todas las cosas, para contribuir a un mundo más saludable.
Los contendedores hoy se ven “repletos” de basura y desbordados pues el volumen cúbico de algunos materiales los sobrepasa. Hoy no solo la materia orgánica se recicla y se re-procesa. Reciclar papel y vidrio es un clásico que se remontan 50 años atrás y que, con cierta melancolía, Los Olimareños nos lo muestran en su canción “El botellero”, que es un clásico.
Hoy, la tecnología permite también reciclar y reutilizar el plástico, entre otros. En la ciudad se pueden ver cestos metálicos dónde se depositan botellas plásticas para su reciclado, motorizado por el Plan VALE.
El volumen de residuos que la intendencia recoge a diario es de (aproximadamente) entre 15.000 y 20.000 kilos. Considerando que un tercio de ese volumen se origina en residuos “livianos” y de alimentos, eso es material orgánico (y algo de inorgánico también) que puede reutilizarse muy fácilmente. Entonces, ¿cómo hacerlo? Separar en casa, en la cocina, es una solución sencilla, que permite un tratamiento de la materia orgánica destinado al compost. Para viviendas donde el espacio es reducido, es posible hacerlo en vasijas de cerámica o pequeñas, de madera; mientras que para aquellas casas donde el espacio no es una limitante, puede hacerse en composteras de madera grande o tambores de metal.
Nuestras costumbres cambian y para bien: hoy se puede ver como las botellas plásticas se depositan en las esquinas par ser procesadas y recicladas. Trabajemos ahora para separar residuos en origen.
Será nuestra pequeña gran contribución a un mundo mejor, a una ciudad más limpia y a una intendencia que optimice sus recursos. (EL RIONEGRENSE)