Brasil va a contracorriente del nuevo estado de ánimo global

La mayoría de las economías está enfrentando la inflación mientras las expectativas empeoran en el país.

Una nueva ola de indicadores globales muestra que Brasil va a contracorriente de las principales economías que han enfrentado problemas inflacionarios y estructurales en los últimos años.

Mientras EE UU, la eurozona, Japón y países emergentes como India proyectan una desaceleración de los precios en 2023 (o estabilidad, como China) sin necesidad de un mayor shock en los tipos de interés, las previsiones en Brasil han empeorado sistemáticamente.

Incluso operando con tipos de interés más alto entre estas economías (13,75% nominal por año), las presiones inflacionarias en Brasil se mantienen firmes y tienden a aumentar cuando el gobierno aumenta los impuestos sobre la gasolina y el alcohol.

La vuelta de la tributación, aplazada hasta finales de febrero, forma parte del paquete de ajuste que presentó el ministro Fernando Haddad (Hacienda) para atajar el desequilibrio fiscal.

Para los especialistas, mientras el escenario internacional ha cambiado para mejor, indicando un futuro más promisorio, el gobierno brasileño aún no ha convencido a los empresarios y agentes del mercado sobre cómo controlará la expansión del gasto y su deuda pública. (FOLHA INTERNACIONAL)